martes, 7 de octubre de 2014

Se busca un amigo de verdad...

Estoy buscando un confidente, un amigo incondicional, alguien que no tenga miedo a decirme mis errores y defectos pero que también sea capaz de notar y resaltar mis virtudes y atributos. Alguien que pueda enriquecer mi vida con su presencia y me permita devolverle lo mismo a cambio, después de tanto tiempo, hay mucho que dar.
Antes de que decidas creo que necesitas conocer mi historial, todas las personas deberían venir con un currículo social antes de llegar a nuestras vidas, ayudaría saber que esperar.
Nunca he tenido a alguien que pueda ser un amigo real, uno que quiera ser mi amigo. Tengo dos problemas para conseguirlo, el primero es que parece que no agrado mucho a las mujeres y el segundo es que los hombres cercanos a mi siempre parecen malinterpretar mis intenciones y terminan odiándome o termino haciéndoles daño.
Así han sido los últimos años pero no siempre fue así. Pero comenzaré desde el principio, créanlo, será una historia corta.
Durante mi infancia no hubo muchos amigos, siempre estuve acompañada de mi hermano dos años menor, no tuve amigos en el preescolar y tampoco cuando inicié la primaria. Recuerdo a Cinthia y Alma, después a una nueva Alma, o quizás olvide su nombre, después a Carolina y a la única que pasó suficiente tiempo conmigo para poder decirse amiga mía, Mónica, hasta recuerdo sus apellidos que pos supuesto no voy a proporcionar, fue cosa de dos años, dos años de juegos y travesuras pero aunque pudo trascender no fue así, deje el lugar y perdimos contacto.
Vino la secundaria, de donde recuerdo a tres personas Judith y Dayeni, con quienes al partir perdí contacto también. Y Jessica, quien vive muy cerca de mi casa, a la vuelta de la esquina, pero solo teníamos una cosa en común, que tomábamos clase juntas, es todo, cuando eso termino, también el contacto.
Después la educación media superior, ahí conocí a personas que se hicieron más cercanas, pero no por mí, sino por ellos. Conocía a Trinidad, Maricela y Arturo a quienes aún veo. Pero como dije son relaciones basadas en ellos, me cuentan todo, les ayudo con sus problemas, les doy mi opinión,  los acompaño cuando celebran y cuando están deprimidos aunque se hizo un poco difícil cuando terminamos la escuela y cada quien tomo su rumbo, pero mantenemos contacto.
En la universidad hubo tres personas que siguen ahí, están Poncho, Toño y Oliva. La situación resulto más intensa con ellos. Poncho y Toño llegaron a mí por culpa de Oliva, ambos estaban enamorados de ella pero ella nunca correspondió aunque la historia fue mucho más larga que eso. Poncho después fue pretendiente mío pero él nunca me interesó de esa forma y además yo estaba con alguien, pero él lo superó, tuvo varias novias y ahora está a punto de casarse, cree que encontró a la indicada, la manera en que comenzamos a ser amigos impidió que me abriera mucho con él y después simplemente yo seguí siendo su amiga igual que antes. Toño es una persona complicada, difícil de tratar y quien también terminó enamorándose de mí, yo seguía con alguien y además no estaba interesada en él de esa forma, la diferencia es que él no lo superó y tuve que alejarme para no lastimarlo. Oliva fue una historia diferente, ella era mi cómplice y yo la suya, llegó a mi vida por la fuerza, ella me obligó a ser su amiga, llego simplemente y asumió que nos conocíamos de toda la vida y después solo fuimos amigas por 7 años, nos contábamos todo aunque no siempre era al momento, pero de repente lo que parecía tan sólido termino por un absurdo rumor con su ex novio; en fin, ella pidió que le dejara de hablar y lo hice, me ofendió que no confiara en mí, que creyera lo que sea que le hayan dicho, que no me escuchara aun cuando le asegure que no sabía de que hablaba así termino con ella. Poncho y Toño aun siguen en contacto pero desde que dejamos la escuela casi no hablamos.
Conocí a alguien nuevo, J. es una relación simple pero frágil, lo que la vuelve complicada. Yo sigo en la misma relación, con la misma persona, y ahora él es mi mejor amigo, pero no es lo mismo.

Así que busco un amigo o amiga, y siendo sincera, no soy optimista al respecto… La amistad es tan difícil de encontrar como el amor y la felicidad…


viernes, 12 de septiembre de 2014

La muerte... La graduación de la vida

Los acontecimientos de los últimos días me han puesto en jaque nuevamente. Siempre he creído que la muerte es como la graduación de la vida... Pero se bien por qué no siento pena por los muertos, se bien que ellos son los que se encuentran libres, los que se quedan son los que sufren su ausencia. Veo la vida como si se tratara de la escuela o una misión, cuando terminaste todos tus cursos, cuando aprendiste lo que viniste a aprender te puedes ir, cuando hiciste lo que viniste a hacer, cuando cumpliste tu misión, conociste a quien debías conocer, cambiaste la vida de quien tenía que ser… en fin cuando hiciste lo que tenias que hacer aquí, te puedes liberar.
No quiero decir con esto que morir sea algo que ansío, y sería incorrecto decir que no temo morir por que como todo ser humano no se que sigue y temo a lo que desconozco por instinto. Pero no veo la muerte como algo malo, quizás el medio para morir no sea tan bueno, sufrir la muerte seguro no es nada que se desee sentir pero una vez que termina, eso no puede ser malo, es el final de un proceso y creo que de algún modo quienes ya se fueron nos llevan la delantera. Pero todo esto me lleva a que al presenciar un deceso nunca logro pensar o sentir lo que es común.
Nunca he tenido habilidad para actuar de la forma más adecuada en todos los asuntos que tienen que ver con la muerte de personas ya sea queridas o indiferentes para mi, conocidas o no, cercanas o no... Nunca he sido capaz de mostrar el menor signo de tristeza, mi gota de pena por la persona en el ataúd... En lugar de eso puedo sentir pena, en muy raras ocasiones, por las personas que sufren la pérdida, solo en muy específicas situaciones y cuando conozco la relación entre estas personas con el difunto, pero el sentimiento solo pasa a ser de lástima.
No consigo derramar una sola lágrima por estas personas, será que no he perdido a ningún familiar inmediato o alguien muy muy cercano a mí, aunque, ahora que lo pienso, fuera de mi familia nadie es cercano a mí… tal vez es lo que me hace falta para sentir empatía con por ellos, como sea hasta ahora no consigo más que hacer conjeturas en mi mente y llegar a la conclusión de que todas esas personas llorando, y sobre todo aquellas que ni eran cercanas al fallecido, no son más que hipócritas pero eso si muy buenos actores y actrices que son capaces de llorar falsamente…
Teniendo todo eso en la mente resulta tortuosa la reprimenda de mi conciencia por pensar en ello pero mayormente por que estando en los velorios no puedo evitar el morbo de ver el cadáver. Me reprendo a mi misma pero no funciona mucho. Mi concentración en los rezos y cantos se desvía minuto a minuto y pienso en lo prosaica y vanal que soy después de todo, yo que siempre reniego de esas personas… me comparo con ellas y después de eso en verdad vuelvo a concentrarme.

      

 Pero, siempre he creído que la muerte es como la graduación de la vida...  


Sin remordimientos...
Lady Elena de S. 

Miedo al compromiso

Me dicen que le temo al compromiso, yo no estoy muy de acuerdo con esa popular opinion pero es lo que todos creen y no estoy muy segura de lo cierto que esto pueda ser.
Mi novio y yo llevamos seis años y medio de andar juntos, la mayor parte de este tiempo fue durante la superior, aunque no ibamos en la misma escuela y nos veiamos de dos a tres veces por semana. despues de la escuela ambos empezamos a trabajar practicamente enseguida y como ni vivimos cerca, ni trabajamos cerca uno de otro nuestros encuentros se redujeron a practicamene tres sabados de cada cuatro durante los ultimos dos años y medio. En fin el tiempo que tenemos para pasar no es mucho pero siempre estamos en contacto y estamos al tanto el uno del otro y deseamos estar juntos cuando estemos preparados para ello en todo sentido.
Yo siempre había deseado casarme con él, sobretodo despues de aquel día en la escuela cuando despues de casi dos años de noviazgo, me preguntó si me casaría con el mientras me envolvia en sus brazos, ambos tirados en uno de los jardines de la escuela, y claro mi respuesta fue "sí, pero no ahora" el sabía eso y me dijo su plan de terminar la escuela, trabajar y ser economicamente solvente, para vivir bien. La idea me gustó al instante y despues de eso sentí que estar con el era mi proposito en la vida, permanecer a su lado, cuando él y yo formaramos nuestra propia familia yo ya tendría lo que buscaba y definitivamente podría morir en paz. Todo lo demas incluso la carrera era simplemente un medio para lograr el objetivo de estar con él. En fin ví una vida a su lado para la que me estaba preparando.
http://2.fimagenes.com/i/4/5/fb/am_227888_3116354_936092.jpgCon el paso del tiempo y notando como nuestros amigos y conocidos, despues de la escuela, estaban planeando casarse y otros simplemente se casaron sin aviso, surgió algo de ansiedad por que llegara nuestro día. Lo que no creo que haya resultado muy bien, pues mi galán sufría las concecuencias de ello, yo de mal humor, reclamando y reprochando por algún error suyo, por algo que haya dicho o algo que no haya hecho del modo que yo quisiera. El obviamente lo notó y me di cuenta del daño que le estaba causando, el dijo que sabía que era por que todos se casaban y nosotros no. De nuevo me explicó que tenía un plan, que no deseaba una fiesta pasajera, que quería algo especial para nosotros y una unión estable, pero también en otra ocasión dijo que no me hacía feliz, que temía que lo dejara, que él no era bueno para mí. Darme cuenta de todo eso me hizo entrar en razón y me propuse no hacerlos sentir de esa forma de nuevo.
Dado que el tema de las bodas seguía poniendome sensible y teniendo claro que según el plan de mi novio y lo que exigía, no había promesa de una posible boda en un corto plazo, así traté de hacerme a la idea de que simplemente no nos casaríamos, tal vez sería mas facil simplemente irnos a vivir juntos y dejar las formalidades aunque eso era parte de mi plan. Debo decir que eso no funcionó del todo bien, me deprimí algunas semanas y cuando se lo comenté a él y me dijo: "No te creo, tu siempre has querido casarte. Y yo sé porqué lo dices...", me sentí al descubierto, pero aún así traté de meterme esa idea en la cabeza.
Días más tarde tuvimos la oportunidad de pasar unos días en su casa, solo él y yo. La idea para él era no pasarla solo en casa, la mía fué probar en cierto modo lo que sería vivir juntos. Ambos haciendo lo usual, ir a trabajar regresar, limpiar la casa, dormir, llegabamos en general muy cansados de trabaar así que practicamente llegabamos, medio recogiamos la casa y nos dormíamos. no hablabamos mucho, solo algunas cosas de su trabajo o el mío. Fue en realidad agradable hacer mi rutina a su lado, durmiendo y despertando abrazada por él. Y no tuvimos ningun conflicto en realidad todo estubo perfecto, para prueba tuvimos ambos unas de las semanas más dificiles en el trabajo y por si fuera poco tambien tocó pasar por mi periodo menstrual esos días y aun así fue agradable sobrellevarlo con él. Pero ya no quiero vivir juntos ni menos casarme y no sé porqué.


Toda la ansiedad que sentía, todo lo que pensaba, mi depresión, mi urgencia, desaparecieron, ya no quiero casarme ahora, si quiero pero no ahora, no me siento preparada para eso. Debe quedar claro que lo amo, aún


quiero que envejezcamos juntos, pero ya no tengo prisa, de hecho quisiera evitar el que vivamos juntos, quiero vivir sola o con alguien más en otro lado sin él, y tal vez despues vivamos juntos. Mi seguridad en la desición se fué, se que lo quiero conmigo, quiero que sigamos siendo pareja pero ya no quiero dar los siguientes pasos con prontitud.
La sensasion resulta extraña, sobretodo porque lo que siento por él no ha cambiado. Solo es que el hecho de compartirnos más de cerca ya no me parece tan atractivo. Y ya tomada mi decision de no boda, esto es un alivio, ya no siento la pesades ni la tristeza pero cuando felizmente les conté a mis amigos mi aventura ellos dijeron que yo le temía al compromiso, y la cuestion es que no logro definir si es verdad o no...

Confundida pero feliz...
Lady Elena de S.